viernes, 12 de noviembre de 2010

PROHIBIDO LEER A MENORES DE 10? AÑOS!!!!

Insisto...esta entrada es solo para adultos..............y el que avisa no es traidor!!!!

y aunque de entrada extrañe,cuando acabeis de leer no lo hara porque es lo MAS BONITO que jamas,pude imaginar decir a cerca de este tema que en mi casa empieza a rondar por las esquinas...los reyes magos son los padres????.............estoy conmovida,alucinada,impresionada y lo quiero compartir con todos porque es algo que ,supongo,como a mi os come la cabeza....como afrontar ese momento,como responder a esa pregunta.....que ojala tengais aque hacer muuuuuuuuuuuuy tarde,que vuestros hijos tengan ilusion mucho tiempo,pero cuando llegue el momento.......




AHI VA


Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a
escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus
actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con
miedo, le dijo:
- ¿Papa?
- Sí, hija, cuéntame
- Oye, quiero... que me digas la verdad
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
- Es que... -titubeó Blanca
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?

El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando
descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro
tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña
y tragando saliva le dijo:
- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que
existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos
pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me
habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que
existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de
Blanca .
- Entonces no lo entiendo. papá.

- Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar
porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el
padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.

Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa
que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para
él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

- Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados
por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le
llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan
contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor,
dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a
todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de
hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de
niños como hay en el mundo.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos
compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque
somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder
recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero
sería tan bonito.
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían
realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía
escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el
Portal:
- Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros
regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme:
¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño
que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos,
pero. no podemos tener tantos pajes., no existen tantos.
- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino
dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los
tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben
querer mucho a los niños? -preguntó Dios.
- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los
niños?
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez
más entusiasmados los tres.
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los
niños y los conozca mejor que sus propios padres?
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que
Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres
Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos
regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos
los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y
de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También
ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se
haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los
niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les
contarán esta historia. Y,
alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos
todos son más felices.

Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la
niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
- Ahora sí que lo entiendo todo papá.. Y estoy muy contenta de saber
que me queréis y que no me habéis engañado.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres
Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

Feliz Navidad desde todas las partes del mundo, y ya sabes que si
reenvías este correo a todos tus amigos con hijos o sobrinos se
cumplirán todos tus deseos.



¿que os ha parecido???yo me lo pienso aprender al dedillo...........nunca oi una explicacion mas bonita!!!bicos

3 comentarios:

  1. Qué bonito. Para mí fue un disgusto enorme, lloré muchísimo cuando me lo confirmó mi madre (yo se lo pregunté porque también me lo habían dicho en el colegio pero no lo quería creer). Todavía me acuerdo perfectamente del día que me lo confirmó y mira que ha llovido.

    Me ha encantado la historia y la pienso utilizar el día que, irremediablemente, mi hija me lo pregunte.

    GRACIAS.

    ResponderEliminar
  2. es una explicación fantástica Belén... en mi casa también han empezado las preguntitas!!!
    besos

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que últimamente leeo mucho sobre el hecho de que los niños se sienten engañados porque sus padres mantienen esa ilusión, yo, hasta ahora, nunca he estado ante una situación similar, los niños aceptan los cambios y saben seguro que sus padres hacen esas cosas con amor y mientras tengan regalos... No creo que se sientan engañados, defraudados, esa es la visión que nosotros tenemos ahora como adultos, pero seguro que tú cuando averiguaste la verdad no sufriste ningún trauma, lo que se haga con amor casi siempre cae bien.

    Imagino que este año volverás a pasar la cola de la visita en el ayuntamiento, yo estoy deseando poder verlos y pedirle mis regalos. Aunque sea muy pronto FELIZ NAVIDAD!!!!

    ResponderEliminar